lunes, 16 de abril de 2012

Una presidenta con pantalones ignora amenaza de España y la unión europea


Imagen:Presidencia de la Nación
La presidenta argentina Cristina Kirchner ignoró este lunes amenazas de España y la Unión Europea al enviar al Congreso un proyecto de ley para expropiar el 51% de la petrolera YPF, controlada por la española Repsol, con el argumento de la falta de inversiones que obligó al país a importar combustibles.


“Declarese de interés público la empresa Repsol-YPF para lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos (…) A los efectos legales se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de la sociedad”, según el texto leído por la locutora oficial en un acto presidido por Kirchner.


La iniciativa establece que “de las acciones sujetas a expropiación (51%), el 51% pertenecerá al Estado nacional y el 49% restante se distribuirá entre las provincias integrantes de la organización de estados productores de hidrocarburos”, indicó el texto distribuido por el Gobierno.


El Tribunal de Tasaciones de la Nación será el organismo que ponga el precio que se pagará a los accionistas, según el texto oficial.


El gobierno español aseguró que responderá a la decisión, mientras las acciones de YPF se desplomaban en la bolsa de Nueva York y dejaban de cotizarse en la de Buenos Aires.


“No me cabe la menor duda de que el Gobierno va a dar cumplida respuesta a esta situación”, afirmó en Madrid la secretaria general del gobernante Partido Popular (PP, derecha), Dolores de Cospedal.


El ministro de Asuntos Exteriores español, Juan Manuel García-Margallo, había advertido que “cualquier agresión violando el principio de seguridad jurídica a Repsol será tomada como una agresión por España.


La Comisión Europea, de su lado, había exhortado el viernes a Argentina a que “respete sus compromisos internacionales sobre la protección de las inversiones extranjeras en su territorio, y nos mantenemos al lado de España”, dijo el viernes Olivier Bailly, portavoz de la Comisión Europea.


“No vamos a hacer una estatización. Vamos a hacer una recuperación (…) La empresa seguirá funcionando como una sociedad anónima, con directores profesionales”, dijo Kirchner en su discurso.


El Gobierno había cuestionado la política de Repsol-YPF con el argumento de que bajaba año tras año su producción de gas y petróleo y Argentina se vio forzada a importar combustibles por unos 9.300 millones de dólares en 2011, casi el doble que el anterior, según cifras oficiales.


El presidente de Repsol, Antoni Brufau, había reclamado el domingo diálogo al gobierno argentino para resolver el futuro de la empresa.


“Siempre hay que hablar, hablar, no imponer ni discursear (sic). Las cosas hay que hacerlas en el despacho y hablar. Siempre digo que (hablando) la gente se entiende”, dijo el empresario.


Repsol-YPF es el mayor productor local de hidrocarburos y líder del mercado de combustibles con el 54% de la refinación.


Sin embargo, un documento de las provincias productoras difundido este año señaló que “la caída de la producción de todas las empresas de gas y petróleo fue del 11% y el 18%, respectivamente”.


El documento de las provincias petroleras señala que en el caso de la firma Repsol-YPF “redujo un 30%-35% su producción de crudo en los últimos años y más del 40% la de gas”.


La producción petrolera global del país se ubicó en 2011 en los 796.000 barriles diarios, casi sin variantes comparada con 2009 y 2010, según cifras del ministerio de Economía.


La petrolera negó la falta de inversiones y dijo que concretará “las inversiones más importantes que esta compañía realizó en su historia”, con una “previsión de 15.000 millones de pesos (3.400 millones de dólares) para este año”.


Seis provincias argentinas le llevan retirado a la compañía la concesión sobre 16 áreas de explotación.

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