La semana pasada, el Gobierno empezó a instalar, primero comunicacionalmente,como es su costumbre, el Plan Estadio Seguro, que entre otras absurdeces, prohibe a los espectadores ponerse de pié mientras dure el partido, lanzar papel picado, tocar el bombo u otros instrumentos, o desplegar lienzos y pancartas. Aparte del atentado a una serie de derechos garantizados a nivel constitucional, típico de la derecha chilena, el problema consiste en que el encargado de aplicar dicho plan, el operador político de Piñera, Cristián Barra Zambra, no tiene la menor idoneidad moral para la tarea, puesto que ha estado preso, registra prontuario, judicial, tiene cheques impagos y está demandado por pensión de alimentos.
Con la idea de eliminar la violencia en los estadios, el Gobierno ideó un plan que lleva el ADN de la derecha chilena, que sólo sabe de represión.
Es así como un instructivo publicado en Ferplei.com y difundido rápidamente a través de redes sociales incluye medidas tan absurdas como las siguientes:
- Los asistentes a un partido de fútbol no podrán pararse de su asiento mientras dure el partido.
- No se podrá lanzar papel picado ni soltar globos.
- Estará prohibido desplegar lienzos y pancartas.
- Se prohibirán bombos y cualquier clase de instrumentos.
- No se podrán usar extintores para desplegar esas características nubes en las barras.
- Los asistentes podrán ser sometidos a controles y registros por Carabineros, sin expresión de causa.
Las barras de los clubes de fútbol ya se están preparando para enfrentar este engendro represivo, mediante campañas de información en las redes sociales. .
A modo de ejemplo, uno de los líderes de la Garra Blanca, Francisco Múñoz, sostiene que Cristián Barra, jefe del programa Estadio Seguro del Gobierno, "no tiene autoridad moral de tratarlos de delincuentes cuando él tiene un amplio prontuario".
En efecto, Barra tuvo cuestionados negocios, orden de arraigo y demanda por pensión alimenticia en su contra; eso sin perjuicio de su falta de preparaciòn e idoneidad para enfrentar el tema de las denominadas "barras bravas".
Cristián Barra, quien fuera presidente regional de RN en la IX Región, es un conocido operador político de Piñera y del senador Alberto Espina, calificado de "estrella" por quienes promueven su trabajo desde La Moneda, con figuración en diversas oportunidades conflictivas a las que ha debido enfrentar su jefe directo, Rodrigo Hinzpeter, quién lo tiene a contrata por un sueldo líquido de 4 millones 800 mil pesos.
Además, es un pintamonos consuetudinario. Si usted recuerda el rostro de la foto, es porque no se cansaba de robar cámara, durante los casi dos meses que duró el rescate de los 33 mineros del derrumbe de la mina San José.
El gobierno se está comprando un nuevo frente de conflicto, y peor, de manera gratuita, al enfrentar un personaje como Barra, con las barras bravas del fútbol chileno, que no son, precisamte, dóciles cachorros. Los barristas lo rechazan, entre otras cosas, porque se manifestó de acuerdo con el anuncio de la ANFP, de sancionar incluso con el descenso de categoría a los clubes que financien a las barras. Parece juego de palabras, pero no lo es.
Sin embargo, las barras bravas no han sido los únicos que a través de lienzos y comentarios en las redes sociales exigen la salida de Barra. Periodistas y comentaristas deportivos también han lanzado fuertes comentarios por su actuación.
A modo de ejemplo, el comentarista de Megavisión, Rodrigo Sepúlveda, en el noticiero central, exigió la presencia de Barra en el estudio para que explicara una larga lista de causas pendientes que tiene con la justicia. El periodista respaldó sus afirmaciones basándose en la denuncia que se originó en Cambio21 cuando Cristián Barra era uno de los protagonistas en el rescate de los 33 mineros, quitándole protagonismo al entonces ministro de Minería, Laurence Golborne y al de Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Incluso, tal como lo mostró en ese momento la TV, saludó a los mineros atrapados en nombre del mismísimo Presidente de la República.
"Personaje nefasto"
Para el líder de la barra de Colo-Colo, Francisco Muñoz, Barra "es un personaje nefasto" porque junto a Gonzalo Díaz del Río (coordinador regional de la Región Metropolitana, con sueldo de $6.333.333), "actúan como nazis". Agregó que "una persona con prontuario policial, no va a venir a hablarnos de cómo comportarnos". Abundando sobre el tema, señaló: "Ellos actúan con un precedente dictatorial que pertenece a un gobierno nefasto, y que tiene conflicto con todos los organismos sociales".
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